Estos últimos días están siendo de gran agitación social. Las numerosas manifestaciones a lo largo y ancho del país, afortunadamente están haciendo tambalear cada vez más los cimientos con los que se sujetan los poderosos y concienciando a cada vez más ciudadanos que salen a luchar por sus derechos.
España tiene como presidente a un payaso, que en época de preelecciones se quejaba de que España estaba atrasada y que quería hacerla puntera, que se quejaba de que cada vez más estudiantes se marcharan del país a buscarse la vida, y su solución para levantar un país es dejar a la mayoría de los ciudadanos sin la oportunidad de estudiar y recortar en la seguridad social, que al fin y al cabo, quién lo iba a notar, ¿no?
Según él, hay que recortar de algún lado, y qué mejor que la educación y la sanidad? Porque los sueldazos de nuestros políticos ni tocarlos eh? Al fin y al cabo, cuánto se podría ahorrar al año? A ver, así como quien no quiere la cosa, un poco a ojo y mirando por lo bajo… pongamos que en España hay mil políticos (que en realidad son bastantes más), y pongamos que de media cobra cada uno unos 3000€ al mes (a ver quien encuentra uno que gane mil euros), por doce meses que tiene un año… vaya! 36 millones de euros justitos! Y todo ello sin contar dietas, gastos, sin sumar los sueldazos de los grandes políticos que cobran al año de 100,000 € para arriba.
Lo gracioso es que en época de preelecciones, este señor que pataleaba por la presidencia cual niño pequeño al que le quitan los caramelos, le echaba la culpa de lo mal que estaba el país al entonces presidente, y ahora que consigue la presidencia, le sigue echando la culpa de lo que él mismo hace. Por no hablar de su programa electoral, que más que eso parece una lista de promesas a incumplir, y que en tan solo unos meses creo que ha tenido que añadir nuevos objetivos porque los habrá incumplido ya todos.
Espero que con todas estas manifestaciones consigamos que caigan todos los de arriba con todo su peso.
Yo mismo estuve el pasado fin de semana en una de las manifestaciones del 12M, y sinceramente, se me ponían los pelos de punta tan solo de ver a tanta gente, unida, sin importar edad ni credo, a las 5 de la tarde y a más de 30ºC por un mismo objetivo.
Y una cosa que me cabrea muchísimo es que luego, he oído a gente hablar de las manifestaciones con comentarios del tipo: «Pues eso no sirve para nada, no se va a conseguir nada con las manifestaciones, yo no voy a perder el tiempo en eso, etc.»
Y una de las razones por las que más me cabrean es que la mayor parte de esta gente son o bien personas que no han trabajado en su vida y que desde pequeños lo han tenido todo y no valoran la importancia de las cosas ni lo que tienen, o personas a las que le afectan directamente todos estos recortes y que aún así pasan olímpicamente de todo, porque piensan que no sirve para nada.
Pues bien, lumbreras, en primer lugar, si todo el mundo pensase como vosotros, nadie diría nada, nadie se quejaría y los de arriba no sólo seguirían campando a sus anchas si no que lo harían con menor preocupación si cabe. Y en segundo lugar, gracias a estas «manifestaciones que no sirven para nada», si hoy tenéis la suerte de tener un trabajo, ya podéis ir dándole las gracias a estas «manifestaciones que no sirven para nada» porque gracias a las que hubo en su día, vuestra jornada laboral (por contrato) no excede de las 8h diarias, gracias a estas «manifestaciones que no sirven para nada», existe una prestación por desempleo por muy pequeña que sea, gracias a estas «manifestaciones que no sirven para nada», si tienes un accidente laboral, la seguridad social puede cubrirte, gracias a estas «manifestaciones que no sirven para nada», vosotros y vuestra familia, tiene algo más fácil acceder a la educación, aunque sea la básica… y así podría pegarme todo el día.
Y el día de mañana, cuando las cosas hayan cambiado (porque cambiarán quieran o no los de arriba, y porque ya hay más que pruebas suficientes de que el sistema no funciona y se está yendo a pique) y vuestros nietos lean en los libros de historia del colegio (colegio gracias a estas «manifestaciones que no sirven para nada» por cierto) os pregunten: «¿abuelo/a, y dónde estabas tú en ese momento?» o «¿qué hacías entonces?», podréis responderles: «Dejando que otros lucharan por lo que realmente nos pertenece y ahora tenemos, mientras me convertía en un lastre para el país y lo veía todo por la tele».